¿Qué pasa si la campaña de marketing de una película enfureció a una de las organizaciones espaciales más respetadas del mundo? No, no hacemos eso. Esta película de catástrofe captó la atención global con una campaña de marketing viral que superó las tácticas de publicidad estándar. La campaña presentó una organización fantástica que afirmaba que las personas enfrentaban una revelación inminente. Llamó a las personas para “registrarse” para la supervivencia utilizando mensajes cuidadosamente construidos y gráficos convincentes. Muchos espectadores tomaron la campaña en serio y desafortunadamente, esta información errónea causó confusión y miedo mucho más allá de la base de fanáticos de la película.

Miles de personas preocupadas llegaron a la NASA y pidieron respuestas y tranquilidad. La avalancha de mensajes destruyó rápidamente la organización, con muchos remitentes expresando ansiedad genuina. Algunos eran niños y tenían miedo de lo que habían visto e incapaces de separar la ficción de la película de los eventos del mundo real. La NASA estaba en una posición en la que tenía que aclarar repetidamente lo falso y tratar con los temores públicos. La organización condenó públicamente los métodos de marketing, diciendo que crearon pánico innecesario y daños emocionales.

¿Qué película fue esa?

La película detrás de esta controversia fue la película del Roland Emmerich 2009 “2012”. Si bien la película en sí fue un éxito comercial y atrajo a grandes audiencias, la campaña de marketing recibió un enfoque peligroso que cayó. En lugar de publicidad simple, Columbia Pictures utilizó una campaña viral con un grupo falso llamado Instituto para la Continuidad Humana. La campaña presentó los datos construidos que indican la posibilidad de un desastre mundial del 94 % en 2012. Llame a los usuarios para participar en una lotería para sobrevivir, agregando una capa de realismo molesta a la ficción.

Este enfoque hizo que muchas personas creyeran que las afirmaciones eran ciertas. El estilo de la campaña habló oficialmente advertencias científicas o gubernamentales que contribuyeron a su efectividad, pero también a la alarma que causó. La NASA tuvo que trabajar duro para neutralizar la información errónea y restaurar la confianza del público. La situación subrayó el poder del marketing viral, pero también la capacidad de dañar cuando se mezcla con la sensualidad.

La campaña de 2012 ahora se conoce como una lección de marketing moral. Ha demostrado que la participación de la ficción con eventos aparentemente puede engañar a una gran audiencia y crear consecuencias en el mundo real. Afortunadamente, ¡no pasó nada en 2012! Incluso entonces, a medida que las compañías de entretenimiento recurren cada vez más a la inmersión viral y garantizada por la promoción, la necesidad de responsabilidad se vuelve crítica.

La ira de la NASA provino de los efectos nocivos del marketing viral de la película en el público. La campaña no solo difundió los temores falsos, sino que también cargó una institución científica respetable con el deber de calmarse y entrenar a los espectadores asustados. Es bueno que no podamos predecir el fin del mundo, porque significaría desbloquear secretos místicos del universo que simplemente no entendemos todavía. En la actualidad, el cambio climático es una de las mayores amenazas para la humanidad en la tierra.

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