El año pasado, la gente vio algo inusual en la órbita de arriba: era un satélite que estaba hecho principalmente de madera. Nombrado Lignosat, este pequeño Cubesat pasó 116 días alrededor de la tierra después de ser liberado por la Estación Espacial Internacional. Fue hecho con paneles de madera Magnolia y soportado por el marco de aluminio. Lignosat fue diseñado para probar si la madera podría contener espacio y ofrecer una alternativa ecológica a los materiales satelitales tradicionales.
¿Cómo sobrevivió Lignosati en órbita?
El principal reclamo de reputación de Lignosat es su estructura de madera, que fue elegida para más que innovación. La madera es renovable y, cuando se quema, deja detrás de dióxido de carbono, cenizas y vapor de agua, a pesar de las partículas de metal que pueden provenir de satélites de aluminio. Esto es importante porque las partículas metálicas pueden dañar la capa de ozono o interrumpir los procesos atmosféricos, mientras que los productos por madera son mucho menos.
El viaje del satélite no fue completamente suave. Después del crecimiento, el equipo en el terreno no pudo entrar en contacto con Lignosat. El análisis posterior señaló posibles problemas con los conmutadores que se supone que activan el satélite y desarrollan su antena o tal vez un problema de software que el sistema ha durado del lanzamiento. Como resultado, el satélite no pudo enviar los datos sobre la temperatura, la radiación y la permeabilidad magnética esperaban la misión. Aún así, el mismo satélite se quedó en una pieza, lo cual fue un gran paso en la idea de usar madera en el espacio.
El que viene para satélites de madera
Takao Doi, ex astronauta y ahora profesor de la Universidad de Ryukoku, dirigió el trabajo con científicos de la Universidad de Kioto y la silvicultura de Sumitomo. A pesar de los problemas de comunicación, el equipo de DOI considera a Lignosat como un éxito para demostrar que los satélites de madera pueden sobrevivir en órbita, según Revista EOS. También ayudó a limpiar algunos obstáculos regulatorios para futuras naves espaciales de madera, ya que las revisiones de seguridad ahora son un poco más simples después de que se envía Lignosat.
El equipo ahora está trabajando en Lignosat-2, que será el doble de alto y vendrá con dos sistemas de comunicación separados, uno en la estructura y otro en el extranjero. De esta manera, incluso si una antena falla, hay una copia de seguridad.
El interés en los satélites de madera no se limita a Japón. En Finlandia, el astronauta ártico y la madera contrachapada de UPM han construido Wisa Woodsat, una madera contrachapada de placa con sensores y una cámara en crecimiento para ver cómo se comporta la madera en el espacio. Están esperando la aprobación del lanzamiento de las autoridades finlandesas.
A medida que más satélites llenan el cielo, encontrar materiales verdes se vuelve cada vez más importante. La madera no es perfecta, ya que puede ser impredecible y difícil de diseñar, pero funciona como Lignosat muestra que vale la pena explorarlo. La esperanza es que algún día, los satélites de madera puedan ayudar a hacer que el espacio sea más viable.