Las arañas, las drogas y la NASA pueden sonar como una mezcla poco probable, pero esta combinación ha llevado a uno de los estudios más memorables en la historia de la biología experimental. Si bien la NASA es conocida por su trabajo en la exploración espacial, el cuerpo una vez dirigió su atención a las arañas para explorar cómo los productos químicos afectan el comportamiento instintivo de los animales.
El tejido como una ventana en mente
Las arañas no aprenden a girar sus tejidos, solo saben cómo. Cada hilo, espiral y punto de anclaje se coloca en una secuencia precisa, lo que resulta en una estructura que es hermosa y funcional. Los científicos se han dado cuenta de que cualquier trastorno de este proceso podría proporcionar un archivo visible sobre cómo los productos químicos afectan el sistema nervioso.
El farmacéutico suizo Peter N. Witt exploró por primera vez esta idea a fines de la década de 1940. Witt expuso arañas a sustancias, incluidas anfetaminas, melalina, cafeína, LSD y monóxido de carbono, luego observaban cambios en el tejido. Algunos medicamentos, como las altas dosis de LSD, hicieron que las arañas abandonen sus tejidos por completo. Otros, como Mescaline, han llevado a tejidos ligeramente más grandes pero aún reconocibles. Los resultados más dramáticos provienen de dosis bajas de LSD, que producían tejidos complejos y psicodélicos que eran visualmente impresionantes pero ineficaces para atrapar la caza.
Prueba de drogas inusual de la NASA
Décadas después, los científicos de la NASA en el Marshall Flight Center fueron revisados y expandidos al trabajo de Witt. Su objetivo era encontrar nuevas formas de medir la toxicidad química sin usar mamíferos. Las arañas, con rutinas de construcción web confiables, ofrecieron una solución única. El equipo de la NASA expuso a las arañas al cáñamo, benzedrina (anfetamina), cafeína y sedante de cloro sedativo, luego fotografió y digitalizó los tejidos resultantes para el análisis.
Los hallazgos fueron claros. Cuanto más tóxica es la esencia, más caótico e incompleto es el tejido. La cafeína, sorprendentemente, produjo algunos de los patrones más desorganizados, con arañas para no completar los lados de sus tejidos. El cannabis y las anfetaminas condujeron a diseños diferentes pero igualmente perturbados. Los investigadores de la NASA incluso compararon la geometría del tejido con redes de cristal, utilizando herramientas estadísticas para medir el grado de desorden. Cuanto menos lados completos en las células del tejido, mayor es la toxicidad.
Porque es importante
El estudio, publicado en Ciencias biológicas En 1995, demostró que los tejidos de araña podrían servir como un marcador visible de trastorno neurológico causado por productos químicos. Este método ofreció un nuevo enfoque para probar la toxicidad, proporcionando información sobre cómo varias sustancias afectan el comportamiento de los animales instintivos sin usar animales superiores.
Es un recordatorio que los productos químicos consideran administrado, como la cafeína, puede tener un fuerte impacto en otras especies. Para la NASA, el experimento ofreció una forma creativa de representar la toxicidad y el efecto neurológico.